Adela Riquelme

Adela Riquelme, a beacon of love and elegance, passed away peacefully on January 19, 2025, in Stroudsburg, PA. Born on November 2, 1954, in Itacurubi, Paraguay, Adela embraced a life filled with warmth, kindness, and an unparalleled passion for fashion and family.

Adela's journey as a designer started in Argentina, where she specialized in haute couture, and then transitioned to the United States, where she honed her skills as a sample maker and pattern maker for Morgane Le Fay, ultimately rising to the position of production manager for the brand, showcasing her versatility and dedication in the fashion industry. Her career was a testament to her creative spirit, and her impeccable fashion sense was a source of inspiration for those around her. She carried herself with an elegance that captivated everyone, making her the best dressed in every gathering.

Adela was the heart of her family, the leader who offered unwavering support and love. Every Saturday, the family would gather at the Queens Center Mall food court, embracing traditions filled with laughter, happy conversations, and cherished moments. Her loving nature created a welcoming atmosphere where everyone felt accepted and valued, as she never judged but rather embraced each individual with open arms.

As a devoted mother, Adela took immense pride in raising her two sons, Fernando and Nicolas, instilling in them the values and manners that shaped them into the gentlemen they are today. Her love extended to her beloved grandson, Jensen, whom she adored and loved dearly with all her heart. The love Adela had for Jensen was a deep and unconditional one, a love that knew no bounds and only grew stronger with each passing day. Adela's ability to bring joy and sweetness into the lives of her family made her not only a beloved mother and grandmother but also a cherished sister and aunt.

Family outings, like camping during her children's childhood, created a tapestry of beautiful memories that will forever remain etched in their hearts. Adela enjoyed simply spending time with family, whether sipping on Mate, sharing meals at the panaderia La Nueva, or indulging in shopping trips to Macy's. Her soul radiated happiness, and her laughter echoed through family gatherings, reminding everyone of the beautiful essence of life.

Although her departure was sudden, Adela held on for her family, wishing to leave this world peacefully, She passed away surrounded by her family. With a heart filled with love and cherished memories, Adela's family stood by her side, her gentle soul leaving behind a void that can never be filled, but a legacy of enduring love and devotion that will forever be etched in their hearts and lives.

Adela Riquelme leaves behind her loving sons, Fernando Riquelme and Nicolas Riquelme; her precious grandson, Jensen; her dear siblings, Roque Leon, Marisa Acosta, and Claudio Leon; her sister-in-law, Natalia Leon; her nieces Patricia Acosta, Claudia Jette, Raquel Poveda; and her nephews, Matias Leon and Leonardo Leon, along with her beloved daughters-in-law, Moriah Riquelme and Tisha Riquelme, her niece-in-law Jalitza Garcia, nephews-in-law Ken Poveda, Randall Jette, Randall Reekstin, and the newest member of the family, Adela's great-niece, Maya Imani Jette. She also left behind Ahlanna, whom she loved and always considered a beloved member of the family.

Adela is preceded in death by her father, Buenaventura Leon, and her mother, Claudia Leon.

The legacy of her beautiful soul, her captivating smile, and her unwavering love will continue to resonate in the hearts of all who knew her. Adela's presence may be no longer physical, but her spirit lives on in the stories, laughter, and love that she so generously shared throughout her life. She will be deeply missed and forever remembered.

Adela Riquelme, un faro de amor y elegancia, falleció pacíficamente el 19 de enero de 2025 en Stroudsburg, PA. Nacida el 2 de noviembre de 1954 en Itacurubi, Paraguay, Adela abrazó una vida llena de calidez, amabilidad y una pasión incomparable por la moda y la familia.

El viaje de Adela como diseñadora comenzó en Argentina, donde se especializó en alta costura, y luego hizo la transición a los Estados Unidos, donde perfeccionó sus habilidades como muestrario y patronista para Morgane Le Fay, y finalmente ascendió al puesto de gerente de producción para la marca, mostrando su versatilidad y dedicación en la industria de la moda. Su carrera fue un testimonio de su espíritu creativo y su impecable sentido de la moda fue una fuente de inspiración para quienes la rodeaban. Se comportaba con una elegancia que cautivaba a todos, convirtiéndola en la mejor vestida de cada reunión.

Adela fue el corazón de su familia, la líder que le ofreció apoyo y amor inquebrantable. Todos los sábados, la familia se reunía en el patio de comidas del Queens Center Mall, abrazando tradiciones llenas de risas, conversaciones alegres y momentos preciados. Su naturaleza amorosa creó una atmósfera acogedora donde todos se sintieron aceptados y valorados, ya que ella nunca juzgó sino que abrazó a cada individuo con los brazos abiertos.

Como madre devota, Adela se enorgulleció inmensamente de criar a sus dos hijos, Fernando y Nicolás, inculcándoles los valores y modales que los convirtieron en los caballeros que son hoy. Su amor se extendía a su amado nieto, Jensen, a quien adoraba y amaba entrañablemente con todo su corazón. El amor que Adela tenía por Jensen era profundo e incondicional, un amor que no conocía límites y solo se hacía más fuerte con cada día que pasaba.

La capacidad de Adela para traer alegría y dulzura a la vida de su familia la convirtió no sólo en una querida madre y abuela, sino también en una querida hermana y tía.

Las salidas familiares, como ir de camping durante la niñez de sus hijos y sobrinos, crearon un tapiz de hermosos recuerdos que quedarán grabados para siempre en sus corazones. Adela disfrutaba simplemente pasar tiempo con la familia, ya sea tomando mate, compartiendo comidas en la panadería La Nueva o yendo de compras a Macy's. Su alma irradiaba felicidad y su risa resonaba en las reuniones familiares, recordando a todos la hermosa esencia de la vida.

Aunque su partida fue repentina, Adela se aferró a su familia, deseando dejar este mundo en paz, falleció rodeada de su familia. Con un corazón lleno de amor y recuerdos preciados, la familia de Adela estuvo a su lado, su alma gentil dejó atrás un vacío que nunca podrá llenarse, pero un legado de amor y devoción duraderos que quedará grabado para siempre en sus corazones y vidas

Adela Riquelme deja atrás a sus amados hijos, Fernando Riquelme y Nicolás Riquelme; su precioso nieto, Jensen; sus queridos hermanos Roque León, Marisa Acosta y Claudio León; su cuñada, Natalia León; sus sobrinas Patricia Acosta, Claudia Jette, Raquel Poveda; y sus sobrinos, Matías León y Leonardo León, junto con sus queridas nueras, Moriah Riquelme y Tisha Riquelme, su sobrina política Jalitza Garcia, sus sobrinos políticos Ken Poveda, Randall Jette, Randall Reekstin, y el miembro más nueva de la familia, sobrina nieta de Adela, Maya Imani Jette. También dejó atrás a Ahlanna, a quien amaba y siempre consideró un miembro querido de la familia

A Adela le precedieron en la muerte su padre, Buenaventura León, y su madre, Claudia León.

El legado de su hermosa alma, su cautivadora sonrisa y su amor inquebrantable seguirán resonando en los corazones de todos los que la conocieron. Puede que la presencia de Adela ya no sea física, pero su espíritu sigue vivo en las historias, las risas y el amor que tan generosamente compartió a lo largo de su vida. La extrañaremos profundamente y la recordaremos por siempre.